La cordura.. el mal de los ciegos

Francfort DEL ODER, 23 (DPA).- La creciente del río Oder superó hoy marcas históricas de más de 200 años, rompió diques de contención en su margen occidental e inundó campos y ciudades en Alemania y Polonia.

En la margen oriental, la ciudad polaca de Slubice, situada en tierras más bajas, ya habían sido evacuados más de 15.000 habitantes en los últimos días.

No hay registros históricos sobre crecidas de esta magnitud, afirman los meteorólogos. Los datos más antiguos se remontan al siglo XVIII.

En Polonia, donde murieron 60 personas por las inundaciones, las autoridades han anunciado un plan de largo plazo para la reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones.

Los trabajos de reconstrucción y modernización de las áreas que quedaron anegadas se llevarán a cabo en un plazo de dos años.

Hasta fines de septiembre próximo se construirán 1000 viviendas para los pobladores con menos recursos que perdieron sus hogares.

Para el viernes próximo se esperan torrenciales lluvias en la región central de Europa, por lo que puede agravarse aún más la catastrófica situación.

En Alemania, en la región de Brandenburgo, debieron ser evacuadas 2300 personas. En Francfort, el Oder superó en varios centímetros el nivel récord de 6,35 metros, establecido en las inundaciones de 1930.

En la comunidad de Brieskow-Finkenheerd, al sur de Francfort del Oder, la fuerza de las aguas barrió literalmente un dique erigido con sacos de arena en los últimos días. En la localidad de Schwedt, en un pantano del Oder, se rompieron otros dos diques de contención.

Las autoridades de Alemania no se vieron sorprendidas y aguardaban con medidas preventivas la nueva crecida generada por las lluvias del último fin de semana y del lunes en Polonia y la República Checa.

Dos mil voluntarios, ocupados en la prevención de la catástrofe, dominaban hasta ahora la situación, en una carrera contra reloj para reforzar constantemente los diques.

El canciller alemán, Helmut Kohl, que visitó ayer las zonas afectadas, reiteró sus promesas de ayuda a los damnificados en la localidad de Ratzdorf, posteriormente evacuada, pese a la resistencia inicial de los pobladores.

Allí, en la confluencia del Oder y el Neisse, se esperaba un aumento de 30 centímetros del nivel récord de las aguas. Mientras tanto, en Hungría han comenzado a salir de cauce las aguas del Danubio, que inundaron más de 2000 hectáreas de tierras agrícolas.

Las ciudades húngaras de Komarom y Esztergom se encuentran en estado de máxima alerta. En la localidad de Gyoer, en la región occidental de Hungría, equipos de bombeo trataban de devolver al Danubio las aguas que habían comenzado a inundar la ribera .

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