La cordura.. el mal de los ciegos

Su consagración se ha llevado a cabo en Long Beach, California.

Mary Glasspool, que desde 1988 comparte su vida con una mujer, ha tendido la mano a aquellos que piensan de manera diferente.

Lo ha hecho consciente de que su nombramiento levanta ampollas en el seno de esta Iglesia, representante del anglicanismo en Estados Unidos.

“La Iglesia Episcopal ha dado un paso por la justicia y la bondad. Yo creo que es algo que realmente ayuda a que el mundo entienda que todos tenemos derecho a ser lo que queramos o a ser como Dios nos haya hecho”, aseguraba un ciudadano estadounidense.

Pero no todos están de acuerdo. “La homosexualidad es un pecado. No la persona, pero sí la homosexualidad. Dios ama a estas personas, pero quiere que no vuelvan a pecar”, defendía otro estadounidense.

El nombramiento de Glasspool ha ahondado la brecha entre los tradicionalistas anglicanos y los liberales.

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